Como sabemos, realizar ejercicio, en la modalidad que sea, aporta multitud de beneficios. De hecho, existe un debate si aumenta la esperanza de vida o no; es decir, si ayuda a tener más años de vida o da más vida a los años.
Uno de los muchos estudios realizados, ej. Wen CP. y cols. (Lancet. 2011 Oct 1;378), muestra que no solo reduce la mortalidad, sino que además, aumenta la esperanza de vida. El estudio de cohorte prospectivo se realizó a 416.175 sujetos (199.265 hombres y 216.910 mujeres), en Taiwán, Departamento de Ensayos Clínicos de la Salud y el Centro de Investigación de Excelencia y los Institutos Nacionales de Investigación de la Salud. El estudio consistió en el control de la cantidad de ejercicio realizado semanalmente desde 1996 hasta 2008, con un control medio de 8,05 años. Los participantes se dividieron en cinco categoría distintas: sujetos inactivos o de bajo, medio, alto y muy alto volumen de actividad física.
Los resultados fueron los siguientes:
1. Los sujetos que realizaron volúmenes bajos de actividad física (promedio de 92minutos/semana o 15 minutos al día) tenía una reducción del 14% del riesgo de mortalidad y además tenía una esperanza de vida de 3 años más que los del grupo de sujetos inactivos.
2. Cada 15 minutos adicionales de actividad física diaria reduce todavía más la mortalidad en un 4% y la mortalidad por cualquier tipo de cáncer en un 1%.
3. Las personas inactivas tenían un 17% más de riesgo de mortalidad que el grupo que realizaba volúmenes de actividad física semanal/diaria baja.
Estudios como éste deben servir para concienciar a la sociedad de que la realización de actividad física de forma regular es necesaria para conseguir una mejor calidad de vida y además poder reducir el riesgo de mortalidad y de aparición de enfermedades.
José Manuel Riancho Rodríguez Fisioterapeuta Osteópata